¡Vigor!

El cuerpo, nuevamente el cuerpo.
¿Donde vas; imagen y semejanza?.

Combustión,
te encontraré dentro de las fronteras,
no necesito mapa.

Quema, quema trescientas mil veces,
forja, endurece, muerde, lámeme la muralla abdominal
y baja hacia mis nuevos genitales provistos de municiones,
y nuevas explosiones,
que reciclo, taoistamente,
para reverdecer los muros
y contener el agua de esta vasija compacta
que es el único puñal que no te asusta,
mas bien te calma

Caída Libre

Este país tiene muchas tierras.
Esta patria tiene muchas dimensiones,
oyos negros,
sitios donde la leyenda lúgubre se manifiesta.
Donde la densidad del amor es casi nula.
Ahí tiemblas, parpadeas, te meas por el frío y por el miedo.
Ahí nadie quiere estar.

Luego cruzo el puente
y está el otro sitio,
donde te levantan entre todos para que alcances el cielo.
Ahí todos somos leprosos, muy bien maquillados
y yo como pan con barbarie.

Lo Prohibido

Anda,
corre a ese lugar fresco, natural,
silvestre, salvaje.

No intentes escapatoria
lo único que puedes manejar aquí es la velocidad.

Los Ojos de Loreto

Me encantaría hacer un alto en este viaje,
en este avanzar acompañado del frío.
Son tan pocos los pasos que llevas a mi lado
y ya me has abrigado la neurosis.

Tus ojos son caminos con horizonte incluído,
por ahí avanzo, sigo, huyo de la tristeza;
y corro hasta olvidar el cansancio
por llegar a aquel horizonte que sé siempre estará ahí tan lejos.