jueves, febrero 28, 2008

Desintegrado

Existe un instante en que no te reconoces,
en que no hay calmantes,
ni buenos argumentos.

Ese "yo solo creo en Yoko y en mí" no me sirve,
apuesto, no puedo hacer otra cosa.

No tengo bálsamos para esta intriga,
mi cuerpo y mi mente se destronan a si mismos,
se vuelven una masa, una bolita de plasticina,
un átomo dividido.

¡Qué difícil es pasar del dicho al hecho!
¿Nace asi también el amor?
Oremos y no es chiste.

martes, febrero 26, 2008

Mi rostro cae,
se llena de caminos hacia algún mirador.

Se rompe, estalla
como un vidrio destrozado por el pelotazo de Jorgito,
lleno de sueños,
como una cachetada fantaseosa.

Atrás de esa estructura sujetada por andamios,
detrás de mis dedos apretados por la impotencia de la incertidumbre,
hay algo, y detrás de todo eso hay algo.

Es un secreto, un paradigma arqueológico,
algo que funciona, "que le hace".