lunes, marzo 03, 2014

Sólo de solamente

Sentado en la puerta de la vieja casona,
mirando como lan tarde se deja caer sobre el pavimento,
como en cualquier calle de Montevideo a cualquier hora.

Así me voy ocupando de los placeres,
sin dramatismo, sin espejismos,
caen gotas de lluvia porque con el océano hice un pacto
para tener una reserva en la puerta de mi vieja casona que realmente valiera la pena
donde huela tu musgo, se desvistan tus caderas
me beses el plexo y yo siga mordiendo un damasco.