lunes, abril 11, 2011

Aquella mañana

Un día las calles amanecieron llenas de algarabía, la policía se mezcló con los borrachos, se comía pan, se tomaba vino, los traficantes te miraban alos ojos con esperanza, las micros amarillas sacaron a relucir su asqueroso humo, el ministro del interior andaba en un retiro para hacer bien su pega;"el interior". Había pancartas en los edificios mas altos de la ciudad que decían groserías amorosas, no faltaron los que mrodieron las sábanas por el frío, por no abandonar, por si finquita, su mierda a plazo fijo, pero les brillaban los ojitos al ver a la puta más indecente de la ciudad amar a los tuertos y a los curas en sus narices. Bersuit seguía cantando y tocando, el pueblo ya no era más ése pueblo, por fín era el pueblo, todos hacían la ola, algunos vieron surfistas, yo me senté con un amigo.

No hay comentarios: