Imaginarte es

Imaginarte es volver a la niñez
sentarme a tu lado con mis pies en el aire,
soltar un flato y reir con gracia,
con destreza inaudita,
por causa de mi choreza inesperada.
Imaginarte es estar mucho rato soltando carcajadas por eso,
hasta cansarme y volver a la vida
con la promesa de repetir esta sensación de desparpajo místico.

Imaginarte es mirarte desde abajo,
como me llenas el vaso.
Me cansé de sostener esta sobria permanencia.
Cedo.
Ahí voy y ahí también estará Dios.

Altar (Santo Arrepentido)

Pareciera que, cuando te acercas,
las aburridas oraciones,
los hipócritas ejemplos moralizadores
y la conveniente desvalorización de mi confianza
para ser un siervo libre,
me susurra al oído;"presente profesor".

Figlio

Tal vez los adornos de las cornisas de nuestra casa
aún se impresionen por el irreverente revolotear
de tu cola de cabello de niña.
Tal vez tu carruaje rojo se botó a huelga hace tantos años,
allá atrás en un rincón para que no lo esuchen balbucear ni sollazar tu nombre.
Tal vez los jardines de los vecinos no se olvidan de tus pies descalzos,
y la noche aún se estremezca con un poco de vino blanco
y Joan Manuel.
Tal vez el Estadio Nacional te siga guardando cuatro puestos en el sector sur,
y tal vez yo te siga llevando flores a tu almohada los primeros de noviembre
para ver tu sonrisa cuando despiertes.

Terapia Irrefutable

Aunque no lo quiera voy viajando,
los deseos frenan mi velocidad,
pero aún sí voy viajando
Suelo decansar en la potencia del big-ban,
debo recordar su incuestionable apoyo.

Tristeza Mañanera

Sólo a esta hora puedo alcanzar cierta nobleza,
y comulgar con algo de paz.
Aquí, en este altar
escucho el tronar de alguna voz sabia,
que viene a apaciguar mi inquietud.
Se instala, plena
y comienza a quedarse,
a dejar caer la tristeza suave, cálida, tierna,
esa que no penetra,
sólo se muestra.

Esta mañana no habrá noticias tuyas,
y mañana tampoco.