miércoles, diciembre 28, 2011



Las canciones de Bersuit y de Cordera ahora en solitario me llevan mágicamente a mi infancia más pura, aquella que esta cerca del olvido porque pareciera que la mente está entrenada para recordar las "grandes primeras tragedias" y toda esa mentira que nos enseñan los guias espirituales de la vida moderna.



Por mucho tiempo olvidé aquella tarde en que con cinco años y una melena que hoy envidio, bailaba al son del "Candombe para José" así, sin motivo, irreverente generando la simpatía de mi gente. Ahí estaba mi ser, ése que no explica, que no elabora más que movimiento sin pretención de nada,sólo de gozar, ahí estaba yo embobinado con la vida.



Algo parecido me ocurría al escuchar con una atención religiosa, casi mística, a mi primo uruguayo tomar una guitarra y cantar esa música que me provocaba algo inexplicable a mi pequeñito corazón. ¿Qué cosa eran esas melodías que me invitaban a bailar pero con un dejo de eso que casi ni conocía, la nostalgia....



Treinta y dos años más tarde vuelvo a mi dulce hogar de vez en cuando, cuando suena "Huguito", "Aprendió a volar", "Murga de la limousine" "Negra Murguera", "El Baile de la Gambeta","Desconexión Sideral" y tantas otras. Por eso , mposible no dar las gracias

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