Te fuiste, no se te ve más,
una pulga me sopla al oído,
nunca más.
A qué juega señor?
me pregunta el croupier,
pongo todas las fichas,
y pierdo el patrimonio,
los perros, las nueces, las horas frente a la nada y junto a ti.
Y este pechito
se encorva,
saca un rosario de alguno de sus bolsillos vacíos,
mira sus dedos cómplices compasivo y generosos
mira al mar y le pide un regalito de pascua.
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