Beethoven por la pasión, y la profundidad.
Maradona por elegir estar en la vereda del frente de los poderosos.
La U por nunca haber sido el equipo del pueblo (población tan atractiva para los poderes fácticos).
Allende por su sustancia.
Neruda por su incuestionable anti-antipoesia.
Lennon porque aunque como músico, fué menos que Mcartney; fué al meollo del asunto: la paz.
Fito, por su elegancia.
La cumbia villera, porque está ahí como amedrentándote, gil.
Las travestis de Bustamante y su dientes que ya se fueron.
La inquietante paz de los dormitorios acomodados.
Los seis mil gatos de mi hermana.
Despavílate; la tristeza no es propiedad privada de la lluvia,
ni de las nubes que se desplazan lanzándote coquetos besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario