miércoles, julio 25, 2012

Amando en el silencio

Esto no lo sentía desde los nueve,
y me duró hasta como los doce.
De ese nivel te hablo,


Voy a Camagüey con una chapita de tu cara en mi pecho,
canto algunas partituras sin solfearlas,
mi pentagrama es el cielo caribeño y sus estrellas
que son mucho más eficientes que las corcheas.
Cargo ramas de quillay para que nunca le falte a tu sonrisa
un buen cabello azabache lustrozo como marco.


En este silencio selvático, derramo mis lágrimas
que se confunden con la lluvia
y despiertan a mi verdadero cantor.


Bailo un vals por tí
y vuelvo a creer
que mis ojos expandidos me llevarán 
a recogerte en el frensí de los giros danzantes de lo que toca Chopín.
Sentado en debajo de una carpa,
con guayabera, pelo largo y mojado por nuestra intensa y bella lluvia.

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