Nada es mejor que beber de la vertiente,
embarrarse las manos y
rodar por las dunas.
La pasión nos merodea siempre,
hay tiempos en que se camufla de nada,
pero no es verdad.
Busca una rendija, aprieta los abdominales y
empuja las murallas,
para que el sol
te lave las retinas,
derrita tus hielos
y así pueda escurrir tu sonrisa de niña libre
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