La puticidad es nuestro peor enemigo,
llena de mañana,
de comodidad para llegar,
falta de poesía,
lengua lamiente del coño del poder.
La puticidad cree en el resultado,
no en la vereda del camino,
en el logo, más que en la poesía,
la detesto,
no le da ni para marioneta, porque no tiene rostro,
porque se amolda a la borracha estadística.
Las putas me cantan al oído
y barren las puertas de sus casas.
Deja de vender amigo,
ponte a cantar,
sonríe, folla,
quer la vida te mate a cada instante.
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