Me Abrazo

Hay un riachuelo aquí,
lo oyes?.
Tengo las manos llenas de tierra,
una camisa verde y estoy mirando el patio.
El patio de mis abuelos,
de mis padres,
el de Wenskey, mi amigo imaginario.
(sé que era gringo no estoy totalmente seguro de que ése fuese su nombre,
es que han pasado 29 años
desde que se fué a Argentina aompañando a su padre
que iba a espiar el armamento del Ejército de Galtieri)

El pelo me llega hasta los hombros
y mis ojos se abren sin ningún esfuerzo hacia algo,
la boca entreabierta
y una pista de rekortán.

Calladito, el niño amigo,
con su pan con mantequilla,
con la muerte
con la U,
con las canciones de García y de Páez
con la novena de Beethoven enamorándose de él.
Calladito
tomé rumbo kamikaze:
cantante.

Y aqui me tienes,
con vida de pueblerino.
Esperando, que llegue el tren a la estación;
con la mina y las lucas.

Tómate un minuto antes de pasar al siguente verso
no es nada superfluo lo que te confieso.

Ahora sí; treinta y cuatro años,
veintitres de Enero, cuatro de la mañana,
sólo en la casa más grande de Recoleta.
Un vaso de Coca Cola, cuatro camisas colgadas y una puesta.
Hace frío, tengo un algo de sueño,
voy a terminar el día, un poco mas tarde de lo correcto.