No hay verdad,
ni santos para devocionar.
"Que la palabra", "El camino", "Yo soy He Man"¡puras hueás!jajajaja
Sí, puras hueás.
Durante años me colgué de algunas historias,
"sin aferrarme" decía.
No me puse sotanas,
pero poco me faltó para la túnica, el mantra
y el incienso asfixiante.
Me puse en guerra con Occidente, estando en Occidente,y su Judeo-Cristianimso
(Bien hecho por un lado, Chilenismo 1).
Era algo así como un agente secreto de los himalayas.
Ponte serio.
En mi discurso murmuraban algunos sabios,
Krishna, Buda, Lao Tsé, Confucio.
Sigo admirando
a estos señores igual de humanos que Spiniak(uuyyy...como me atrevo!),
pero que hicieron muy bien su pega y más encima
dejaron sus manuales.
Finalemente, no hacia otra cosa,
que lo mismo que hace un "siervo de la iglesia";
buscar un lugar, un río, un cielo;
lo pedía a gritos, con la valiosa ayuda
de uno de mis tantos nuevos amigos; el pranayama.
(Pregúntele a google qué significa pranayama)
Y aquí estoy,
dos mil años después de Cristo,
con unos fantasmas embriagados que se burlan de mí,
Son los que cargas tu también cuando vas en el metro,
o cuando miras de reojo
a quien está mirando a tu mujer en el supermercado, los mismos(fantasmas).
No, nunca más la verdad hecha un souvenir,
es hora de ser mi profeta
de caminar sin manuales, Biblias ni Taos,
ni las pulseras de San Expedito, "a quina dama".
Sin ánimo de ser soberbio(como se nota mi chilenidad);
Así es mejor
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