domingo, julio 22, 2007

Nada Puede Ser Mejor

Aquí en el trampolín
estaré por mucho tiempo,
las horas que me de la gana.

Es tan sabroso este plato de tallarines con queso
¡que vida la mía!

Estar tan presente, tan milica y no militarmente fuerte,
con mi guitarra, mis libros, mis abdominales.

¡Que ternura mas grande me nace!
La calma me acuesta para naufragar suavemente en su río que
pareciera siempre llegar a puerto.

La belleza, una rubia vestida de negro que cruza las piernas
se toma una copa de vino riéndose y enamorándose de mí,
me seduce y me hace saber que lo justo es lo correcto
y que no hay nada que codiciar
y que aunque así fuera
no habría problema con ello.

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