Odio este lugar
una especie de purgatorio del amor,
lista de espera.
Yo? patéticamente, casi con un rosario en la mano
tiritando
y tu probablemente con heridas pero soñando con algo mejor
El paraíso claro.
Yo me sumerjo en mi adicción
y me espanto de mi esclavitud
de mi necesidad de tí, de alguien
Y no abrirme al sin fin de oportunidades, bocados, sonrisas
que quizas me dejen amarte mucho más,
quizas me lleven a no necesitarte.
Que distancia abismal hay entre mi ser y mi libertad,
eres otro maestro, otra lección para aprender.
Pequeño, diminuto animalito
hecho de pura intuición.
Desde aqui lanzo mi alarido
para comenzar otra vez el camino,
después de la caida que nos hace
conocer nuestra verdad,
nuestra inmensa verdad.
